Historias cortas

Mi viaje a Miami

Fui a Miami en febrero, y tuve muchas experiencias inolvidables durante este viaje. Diría que Miami es una ciudad soleada y activa donde  la comunidad latina constituye una gran parte de la cultura. Estaba allí para dar una presentación en la Universidad de Miami. Además de las conversaciones académicas, que fueron muy útiles para mis proyectos, me divertí mucho practicando español con la gente.

Ya llevaba unos meses aprendiendo el idioma, así que creía que sería capaz de usar el español en mi vida diaria. Casi todos los conductores que conocí en Miami eran cubanos. No era sorprendente si conocías la historia de la ciudad. Mi primera práctica tuvo lugar en mi viaje del aeropuerto al hotel. Intenté empezar la charla diciendo que estaba estudiando español, y me alegré de que cada persona fuera amable. Aprendí mucho sobre sus vidas, por ejemplo, cómo llegaron a Estados Unidos y cómo había cambiado la ciudad. En los días siguientes, siempre usé español con los conductores, y fue un éxito para mí. Todavía recuerdo que un señor estaba tan feliz que llamó a su mujer y le dijo que se encontró con un muchacho chino hablando español. Me di cuenta de que tenía una ventaja: no era común ver a una persona asiática hablando español, y los hispanohablantes estarían contentos de que a un extranjero le encantara su cultura.

El otro aspecto de mi viaje fue la comida latina: ¡es muy sabrosa! Probé la paella y la leche de tigre en un restaurante peruano para el almuerzo. Al día siguiente, comí una chuleta con una salsa muy especial de color verde, que probablemente era chimichurri. Por supuesto, también logré pedir los platos en español a los camareros. Una experiencia muy interesante fue que la camarera, quien quizás no hablaba español, pensó que yo era hispanohablante y llamó a otra persona para atenderme. Tengo que admitir que, hasta ahora, todavía siento que se habla el español muy rápido y no puedo seguirlo bien. Bueno, habrá más oportunidades para mejorar mi español, y estoy muy satisfecho de haber podido entender, al menos un poco, en ese momento.

Me recuerda este viaje la conferencia en San Juan, Puerto Rico, a la que fui hace dos años. Si hubiera empezado a estudiar español antes, habría podido conectarme mejor con las historias allí. Gracias a la gran comunidad latina en mi facultad, tengo la suerte de practicar con mis amigos. Lo más importante que he aprendido de este viaje es que, en cualquier viaje, siempre debo ser sincero y abrir el corazón para conectarme con los demás.

Estudiar español

¿Por qué empecé a estudiar español? Si recuerdo correctamente, me comenzó a gustar hace seis años. En ese momento, las canciones latinas eran muy populares. Compré unos libros de texto durante las vacaciones de verano, y eso marcó el inicio de mi aprendizaje del español. Luego encontré un curso en línea tan bueno que inmediatamente me enamoré de lo divertido que es estudiar este idioma. A veces, un buen instructor hace que aprender sea una experiencia realmente agradable.

Pero no me dediqué seriamente a estudiar hasta hace poco. El posgrado puede ser difícil, y siempre es necesario tener algo que te motive y te mantenga apasionado. El verano pasado, fui de excursión con mis amigos, y uno de ellos usó Duolingo para mantener su racha mientras estábamos en el carro. Él estudiaba japonés y ya tenía una racha muy larga. Definitivamente, Duolingo era una aplicación muy famosa, y así que decidí retomar mi curso de español.

Hasta ahora, sigo manteniendo la racha en Duolingo. Sin embargo, al principio realmente utilizaba mi libro y un curso en línea, en lugar de Duolingo, para aprender. Desde mi punto de vista, las unidades en Duolingo no tenían un sistema para estudiar la gramática. El curso que encontré enseñaba gramática de forma clara, y también tomaba buenas notas para repasar. El imperativo y el subjuntivo son dos modos verbales especiales, y además nuevos para mí, pero añaden mucha variedad al idioma. Por supuesto, hay que recordar todas las conjugaciones, lo cual no es fácil. No obstante, los maestros resumieron las irregularidades en clase, y aunque había muchas para memorizar, no era imposible. Creía que cada verbo tenía su propio carácter y debería respetarlo al seguir las conjugaciones. Si tuviera que aprender otra lengua, haría lo mismo.

Después de terminar el curso, podía leer algunos artículos y me alegraba sentirme más cerca de una gran cultura y comunidad. Pero solo había completado lo fácil, y lo que me esperaba era algo más importante y, al mismo tiempo, fascinante: escuchar y hablar español en mi vida diaria. Practicar durante los viajes ha sido una excelente manera de mejorar, y si estás interesado, puedes leer mis otras historias. También hay una gran comunidad en mi facultad y tengo la suerte de poder practicar durante las fiestas. Tal como digo en el blog, mi viaje continuará sin ninguna duda.